La ciudad más sucia de Rusia | Chitá, región de Trans-Baikal
Chitá está en la región de Trans-Baikal, Rusia, donde se sitúa el famoso lago Baikal. Chitá sufra uno de los problemas medioambientales más grandes: la ciudad está sumergida en la basura, básicamente convertida en un gran vertedero habitado por la gente. ¿Por qué no se hace nada con ello? ¿Les gusta a los lugareños caminar entre las montañas de bolsas de plástico y residuos domésticos?Intenté hablar con unos de ellos para saber su actitud hacia lo que está pasando con su región. Mucha gente me pidió llamar atención a los problemas de su ciudad, ya que las autoridades no hacen nada para ayudar a los que viven rodeados con barro y basura.
Rusia, San Petersburgo: Edificios con 4.000 pisos | La peor ciudad más cómoda de Rusia ENG SUB
Bali, Indonesia: Aquí hasta la corrupción es suave | Naturaleza, playas y lugares para meditación
Rusia e IT: Skolkovo, ¿innovaciones o corrupción? | Parque tecnológico en Moscú ESP SUB
Ghettos de Rusia: Versión barata y sucia de los canales de Venecia | Kuban, Krasnodar Krai
Uganda: Brujos, rinocerontes y gorilas | Verdadera África ESP SUB
#rusia #graffiti #chita
Mi canal con vídeos doblados y subtitulados en inglés:
Mi canal con vídeos relajantes:
Apoyar el canal en el Patreon:
Apoyar el canal con criptomonedas:
Instagram:
Twitter:
TikTok:
Facebook:
Reddit:
Capítulos:
00:00 Introducción
01:00 Chitá es un catástrofe medioambiental
04:49 ¿Dónde está toda la gente?
06:27 Filmen la basura, muéstrenla
08:24 ¿Hay zonas limpias en esta ciudad?
11:14 Barracas japonesas quemadas y coches BWM
12:32 Paisajes hermosos rodeados con vertederos
14:19 Arte local y cartas de amor en las paredes
16:36 ¿Qué piensa la gente de la situación en su ciudad?
20:49 Más arte local, pero sin cartas de amor
22:50 ¿Por qué hay tanta basura?
26:15 Fosas para tirar residuos
29:35 ¿Ayuda alguien a los habitantes de Chitá?
31:21 No hay palabras para describir esta vista
34:25 Lago de residuos en el centro de un patio
36:27 Siempre hay espacio para amor
39:23 Hay que llamar atención a los problemas de Chitá